martes, 13 de junio de 2017

Aquella sombra melancólica

Hoy quisiera sentir
el aleteo de una mariposa bajo mis labios.
Saber donde nace,y muere
la dulce nostalgia de un verano teñido de azul.
Descubrir el misterio oculto
en cada corazón que late bajo la sombra invisible del poema.
Y soñar un sueño vivo de lunas y pieles.
Todas manchadas de tinta.
Clavarme una luna en la sangre para saber
del dolor del cielo.
Cortarme la palma de la mano con una cuerda de violín.
Para sentir el dolor de la belleza.
Y escribir con mi sangre una declaración de amor a las estrellas.
Hoy quisiera ser un ayer.
Para despertar mañana en este ahora.
Conocer el secreto que oculta la mirada gris del artista.
Acariciar el esqueleto de la musa.
Con mis manos convertidas en alas paloma.
Y dibujar con mis lágrimas sobre el papel,
el retrato de San Valentin atravesado por su propia flecha.
Morir en medio de un sueño.
Resucitar siendo metáfora lucida. ¡Carne viva del verso!
Ser jardín de mis noches perpetuas.
Y dejar que bajo mi piel
se oculten las mariquitas que perdieron su rojo y sus lunares.
En un mar de besos.
Quiero comprender porque duele la cabeza
cuando llega la noche.
¿Tal vez sea por la hermosa borrachera de los astros?
¡Que mas da!
Solo sé. Que hoy quisiera sentir el aleteo de una mariposa bajo mis labios.
Y Saber donde nace,y muere
la dulce nostalgia de un verano teñido de azul.
Tal vez jamas descubra el misterio oculto
en cada corazón que late bajo la sombra invisible del poema.
Ni pueda soñar un sueño vivo de lunas y pieles
Todas manchadas de tinta.
Tal vez... porque yo no soy poeta.
Sino aquella sombra melancólica que ronda cada noche
los oscuros laberintos de la vida.
A lo mejor ahí esta el origen. ¡El misterio!
No he de buscar la poesía
en los corazones que laten bajo la sombra del poema.
Sino que he de cruzar con una venda en los ojos
por los inmensos laberintos de la vida.
Y una vez fuera enfrentarme a ese ser mitad musa,mitad duende
que en la soledad del silencio oscuro.
Clava sus dientes de dalias y sangre
En lo mas hondo de mi alma.
Ese ser que arranca pedacitos de noche
con sus picos de paloma y con sus manos de niña.
Ese ser que es la poesía.

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