Raíz de sangre(Llanto a Miguel Hernandez)

Raíz de sangre. Naciste de la tierra.
Con la herida del hambre.
Con la herida de la guerra.
Como la noche. Naciste por y para el luto.
Y como el toro en la plaza
Naciste para el estoque de las lagrimas.
Y como el campesino que muere
con el sudor enquistado
en lo mas hondo su piel consumida y seca.
Naciste para el llanto de tu tierra.
Poeta de ojos verdes. Verdes como los olivares de Jaén.
Verdes como los campos de tu España.
España convertida en mantillo desnudo.
Esqueleto de un cordero
Devorado por la rabia de la guerra.
Raíz de sangre. Naciste de la tierra.
Y de la tierra te alimentas.
De la tierra es tu nombre, tu corazon,¡tus poemas!
Como el agua naciste para que de ti bebieran
Las flores, los rebaños, ¡Los hombres!
Hombres curtidos en la yunta de su infancia.
Y en la guerra de aquella que fue su patria.
Patria herida en sus entrañas.
Paloma con el esqueleto al aire.
Esqueleto rodeado de espinas.
Espinas atravesando sus quebradas alas.
¡Raíz de sangre!
Raíz de verso. y sangre de palabra.
Ayer voz de oro sobre tu pueblo.
Hoy voz de plata sobre las ramas.
Aquí me tienes contando cada punto.
Y cada coma de tus versos.
Como un rosario que no se acaba.
Gozando de la dulce penitencia que dan las letras.
Cuando cada estrofa es un latido.
Y cada palabra escrita tiene el tacto de la tierra  recién regada,
Porque de la tierra naciste .Y a la tierra te debes.
Tierra. Eres tierra. Tierra dulce y recién sembrada
Tierra de la que gozaron el tacto de tus manos.
Tierra que fue cama ultima de los restos de tu Ramón Sijé
a quien tanto querías. Y a quien tanto lloraste.
Cuna para tu hijo llorando un llanto agonizante de cebolla.
Paño limpiando la frente sangrante del poeta muerto.
Cuya calavera fue arañada por el níquel.
Y por el oxido que oculta, los dientes de una bala.
Calavera donde solloza la noche junto a las amapolas secas.
Calavera alumbrada por la luna.
Como tierra. Vives, gozas, y eres dicha para las flores
que dieran pétalos con forma de palomas rojas.
A mi solo me queda gozar tu muerte.
Como goza la vida de tu palabras
perdidas en el éter de los tiempos.
Y  en el corazón caliente de tus poemas.
Raíz de sangre. ¡Germina!,¡Da fruto!
Raíz de tú pueblo y de las libertades.
¡Que un árbol de palomas rojas crezca de tus huesos fecundos!
Porque eres tierra. Tierra ligada al pueblo.
Tierra amasada por los braceros y por aquel niño yuntero.
Tierra es tu nombre.
Desde siempre y para siempre.
Porque te llamas tierra.
Aunque Miguel te llamaras.
Tierra es, era y  será tu nombre.
Nombre extendido por los campos y los montes.
Antes de que tu nacieras.
Mucho antes de que fuera fecundo el vientre de tu madre
Ya se sabia que a la tierra estarías ligado.
Raíz de sangre. Espíritu del pueblo disfrazado de poeta.