¡Corazones que se volvieron metrallas y llanto!

El pájaro de la angustia
atrapado en un laberinto de sangre.
Bombas,bombas,bombas.
Bombas incrustadas en las entrañas de la tierra
Como semillas de ocultas muertes.
En la noche de los cristales rotos,
llovieron vidrios afilados
contra la piel de los muertos.
Y contra las gargantas de los heridos.
En la noche de la muerte
los perros vomitaban corazones negros
contra las mandíbulas abiertas de las palomas.
La luna sera un puñal cortando el pulmón de la ciudad.
Y atravesando el aire.
Bombas,bombas,bombas.
Bombas que son caballos relinchando
entre las calles desoladas.
Toros que mugen escupiendo ligamentos de recién nacidos
sobre los pueblos desolados.
Pirañas de acero que devoran vivas
a las niñas que se hundieron en el inmenso río de la guerra.
arrancando con sus dientes de pólvora,
sus pequeñas manos.Y tiras de carne de su blanca cara.
Bombas,bombas,¡bombas!
Bombas cuyas explosiones son campanadas
anunciando la hora del llanto.
Los niños bajos sus camas
intentan ocultarse del dragón con mascara antiguás.
Y la multitud intenta salir de la ciudad
Pero no pueden.
Están atrapados tras extramuros de dentaduras sin labios.
y corazones sin pulso.
Bombas,bombas,bombas.
El pájaro de la angustia grazna
atrapado dentro del laberinto de sangre.
El pájaro se vuelve rosa
marchitándose en una mano cerrado.
El tiempo es un grano de arena
que se clava en un cristalino recién cortado.
Alarma,alarma ,alarma.
Doña Muerte viene buscando
para su hija la guerra.
Bombas,bombas,bombas.
Hay un perro que aúlla sobre un cerro de soldados muertos.
Y una comitiva de mujeres
camina por las calles arrasada por las bombas,
portando un cirio de almas entre sus manos.
Negro,violencia,y negro.
Un inmenso abismo negro delante de las ventanas.
a donde se precipitara marte con su espada.
Y la paloma junto a su laurel.
Las bombas incrustada en la tierra,
fueron las tristes semillas esparcidas en el terreno de nadie.
Bombas,bombas,bombas.
¡Corazones que se volvieron metrallas y llanto!
En este laberinto de  y angustia.
Donde solo quedo un pájaro
que murió con el pico atravesado por la ultima luna de diciembre.
Y con sus plumas esparcidas por el tiempo.