Bombardeo:

Grita los edificios derruidos
por el dragón de la guerra.
Tras sus paredes vacías se escucha
el llanto de un niño muerto.
Y el latido ultimo de una madre
que ya es sombra y recuerdo de si misma.
Una madre sin piel y sin pechos.
Que se vuelve leche y sangre bajo los escombros.
Gritan los ladrillos heridos de fusil y balas.
Con mil gargantas.Y mil cuchillas en la traquea.
Gritan con fuego enquistada en su lengua.
Con metralla oxidada clavada en sus labios.
Gritan. perforando con su voz el tiempo.
El corazón de los quedaron vivos.
Y el esqueletos de los muertos.
Gritan las calaveras de los olvidado bajo los cimientos.
Y ese corazon que late entre bombardeo y bombardeo.
Grita una calle vacía. Un pueblo vació.
Grita Belchite. Grita Gernika
Grita un páramo donde  los  hombres cayeron de rodillas.
Grita una campana sin monasterio.
Grita un país entero ¡pero nadie escucha nada!
Porque en medio de un hoyo profundo
donde retumban los truenos de acero.
Y los rugidos mecánicos del dragón de hierro.
Plantaron  las grises semillas del olvido.
Y un árbol de ojos ciegos y oídos sordo
creció en medio del silencio.
Donde solo quedo un racimo de bombas.
Bombas,bombas,bombas.
Lagrimas de fuego y hueso.
cayendo como tábanos contra los edificios.
Edificios. Ya cadáveres huecos y vacíos.
Cadáveres de cristal fundido  y agrietada piedra
Cadáveres que gritan mostrando desnudas sus entrañas.
Entrañas donde resuena el llanto
de una madre reducida a sangre y leche.
Cuyos pechos arrancadnos por el viento negro.
Amamantan a su hijo muerto.