miércoles, 12 de octubre de 2016

Hoy. Y ayer.

Ayer. Y hoy.
Mi soledad. Fantasma de mi amor,oculto e incierto.
Muerte. Y vida.
Embriones fundidas en el núcleo de los días.
Gemelas siamesas que comparten un solo pecho.
Y un corazón que llora,y otro que suspira.
Gemelas que ocultan bajo su piel,
mi triste sentir amortajado.


El reloj del destino,
sonó con pulsos de campanas mortuorias.
y suspiros entrecortados.
Mi sombra convertida en manto de la ciudad,
sobrevoló los rascacielos y los edificios.
Y yo...Con mi cuerpo reducido al sollozo ultimo.
Soy pulso viviente entre en el hoy y el ayer.
Abrazando a la muerte y a la vida,
con mis manos convertidas
en dos alas de cigüeña y en dos enredaderas heridas.


Hoy y ayer.
Vida Y muerte.
Al fin al cabo todo es ahora
e infinito al mismo tiempo.
Hoy vida. Ayer muerte.
Ayer mi corazón suspiraba por ti.
Hoy le dejo flores de humo sobre su tumba.
Ayer. hubiera soñado que el tiempo era un cisne de humo.
Y hoy. sé de buena mano
que el tiempo es un escarabajo bagando bajo mi piel.
Ayer mi muerte
fue dormir el sueño del aire sobre tu pecho.
Hoy mi muerte es:
ser ese anima que busque entre los rascacielos nocturnos
mi corazón ausente entre tus latidos.
Y mi vida. Es dormir el hoy junto a tu sangre,
siendo crisálida eterna de tus días.


Y en medio de un silencio de corazones sin latidos.
El reloj del destino dio,
las doce campanadas de luna menguante
Sobre mis ojos dormidos.
Y mis pupilas que eran dos palomas de escarcha.
soñando el sueño de los nenúfares.
se volvieron dos crisantemos de ceniza
descansando sobre el nicho de mis pasiones.
Donde solloza mi soledad. siendo fantasma viviente de mis días.
Y cadáver agonizante de tus noches.

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