lunes, 10 de octubre de 2016

Eran las seis en punto. (Elegía a Federico García Lorca)

Eran las seis en punto
dentro de un corazón dormido
Y al suspiro invisible
de una melodía que agoniza.
Lloraron de amarga pena
seis cuerdas de guitarra.

Por el camino empedrado de la amargura.
baja la carreta de los gitanos
tirada por un par de caballos negros.
que llevan la muerte sobre su lomo
y su alma rota en llanto.

Hoy la luna chilla
y el río se desangra.
Las estrellas tienen clavadas en el alma
puñales de afilada madrugada.
El cielo vomita amapolas,
que al caer rompen en dos el suelo.
y el poeta muerto,
tiene un ramo de azucenas blancas
creciendo dentro de su cuerpo.

Eran las seis en punto,
en un silencio en donde no duerme nadie.
No.ya no duerme nadie.
La luna nueva,
quedo caminando sonámbula.
abrazada a su poeta.
Y el sol sobre la fragua
derramo su ultima gota de de sangre.
Y ya no duerme nadie.

Eran las seis en punto se paro de golpe,
el corazón de la madrugada.
Y la alegría se hundió en un mar de luto
En la Habana,Nueva york,Madrid y Granada.

Eran las seis en punto
Cuando el tambor de acero.
hizo resonar tras un monte
su melodía de fuego.
Su eco retumbo tras los montes
donde crecen bosques de espesos lamento
y el silencio que no podía dormir,
quedo para siempre despierto
viviendo en los ojos fijos de aquel muerto.

¡Federico quedo despierto!
Y ya no duerme nadie.
Nadie
Nadie
Nadie.


PD:poema incluido en el poemario luna de sangre

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